El ritmo del cambio tecnológico en los servicios financieros se ha acelerado significativamente, colocando al sector a la vanguardia del despliegue de inteligencia artificial (IA), aprendizaje automático y blockchain.
Un análisis del estado de la adopción de tecnología en el sector de servicios financieros para Moore Intelligence, realizado por la firma miembro Johnston Carmichael, concluye que las nuevas herramientas digitales ofrecen potencial para mejorar la eficiencia, aumentar los márgenes y reducir las quejas de los clientes, pero las oportunidades también presentan riesgos, que a menos que entendido y mitigado, puede ser mayor que los beneficios.
Para una industria establecida hace tres siglos, los avances de los últimos 25 años han generado desafíos ágiles con nuevos productos que han obligado a los jugadores y reguladores establecidos a cambiar fundamentalmente su enfoque y modelos operativos.
“Las tecnologías, desde aplicaciones para teléfonos inteligentes hasta blockchain, han cambiado fundamentalmente la forma en que se brindan los servicios financieros, lo que permite a los clientes elegir entre una gama más amplia de productos financieros y tomar decisiones más rápido que nunca”, dice Ewen Fleming, jefe de consultoría de Johnston Carmichael y líder del grupo de servicios financieros Moore Global.
“Ahora nos encontramos en una nueva era en la que el tiempo necesario para adoptar nuevas tecnologías se ha acelerado. Eso trae oportunidades y riesgos que son menos predecibles que antes”.
La investigación sobre lo que ahora llamamos IA surgió por primera vez en la década de 1950 (junto con las tarjetas de crédito), pero la adopción fue lenta y los clientes vieron pocas aplicaciones prácticas. A medida que se acercaba el milenio, los grandes avances técnicos en Silicon Valley ampliaron la potencia informática y marcaron el comienzo de un rápido desarrollo de la tecnología financiera o fintech.
Entre 1995 y 2014 ha habido importantes avances técnicos que impactan en los servicios financieros, desde la banca en línea hasta las tarjetas de crédito sin contacto. El principal